Reducir a la mitad el agua necesaria para el cultivo de cítricos y hasta un 60% la cantidad de abono empleado. Es lo que ha conseguido un equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV) y la empresa Frutinter.
El proyecto arrancó en mayo de 2019 en el marco de la Cátedra Frutinter de la UPV y bajo la coordinación del profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural, Pedro Beltrán, se inició una experiencia piloto en una finca situada en Onda (Castellón). La clave: la implantación de la metodología Smart.
“La Cátedra Frutinter hizo una revisión exhaustiva de las tecnologías existentes a nivel mundial, con una idea clara: utilizar tecnologías innovadoras, pero en un contexto operativo. No se trataba de hacer un proyecto piloto innovador desde un punto de vista científico, sino de resolver una problemática real, en un contexto real y a unos costes asumibles por el sector citrícola», destaca Pedro Beltrán, director de la cátedra Frutinter.
Y es que además de la reducción del agua y abono empleados, el proyecto ha permitido incrementar notablemente el rendimiento de la parcela, produciendo entre 8.000 y 10.000 kilos por hectárea de naranjas más. Y ha mejorado también el calibre de la fruta, que es más uniforme, lo que facilita su salida comercial.
“Todo esto conlleva un beneficio económico importantísimo para los agricultores. Con menos gasto en el riego y en abono, hemos conseguido mucha más producción”, incide Beltrán, quien destaca además que trabajan ya en la aplicación de la metodología Smart a otros proyectos con otros cultivos.