En su último informe, titulado «Evaluación de los plásticos agrícolas y su sostenibilidad: un llamado a la acción», la FAO alerta de las enormes cantidades de plástico usadas en toda la cadena de producción agrícola, como las 37.3 millones de toneladas usadas en el envasado de la comida.
Los sectores de producción agrícola y ganadera son los que más usan el plástico con 10,2 millones de toneladas por año, seguidos de la pesca que gasta 2,1 millones de toneladas de plástico anualmente.
En cuanto a regiones, Asia es el mayor usuario de plásticos en la producción, ya que representa casi la mitad del uso mundial.
Según la FAO, aunque el plástico es un material eficiente que ayuda a la productividad de la agricultura, el alza de su uso tiene una grave consecuencia para el medio ambiente y para la salud de las personas.
Una vez usados, los plásticos son difíciles de reciclar y muchas partes tardan décadas en degradarse, por lo que si acaban en la naturaleza pueden herir la fauna y, una vez se empiezan a desintegrar, los microplásticos se filtran en el suelo poniendo en riesgo el ecosistema.
Por esta razón, la FAO pone el foco en la presencia de microplásticos en las tierras que son usadas para cultivar y sugiere que está mucho más contaminada con plásticos que el océano, aunque la mayoría de informes se centre en este ámbito.
Por esta razón, además de apuntar que sin alternativas reales al plástico, su demanda en al agricultura seguirá aumentando, la FAO insta investigar más sobre la presencia de microplásticos en la tierra y alertas de sus riesgos.
En esta línea la organización recomienda alternativas como usar productos más duraderos como el vidrio, usar plásticos reutilizables o reemplazarlo por alternativas biodegradables.