«Mantener mercados y la apertura de nuevos mercados es esencial para la agricultura», afirmó Correa en declaraciones a periodistas tras participar en la ceremonia de transmisión del cargo del Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento.
En una entrevista publicada el pasado noviembre por el diario O Globo, la ministra, una hacendada que coordinaba la bancada de los propietarios rurales en el Congreso, llegó a amenazar con dejar el Mercosur (Argentina, Brasil, uruguay y Paraguay) en un caso extremo, si no se revisan las condiciones.
En su momento, la titular de Agricultura señaló que el Mercosur, bloque integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, «es desigual, principalmente para los productos de la agropecuaria».
Tras tomar posesión de su cargo, la ministra también se refirió al malestar de algunos países árabes tras el anuncio de Bolsonaro de trasladar la embajada de Brasil en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, una decisión que podría comprometer las exportaciones brasileñas de carne.
De acuerdo con la Cámara de Comercio Árabe Brasileña, las exportaciones brasileñas para los países de la Liga Árabe sumaron 13.600 millones de dólares en 2017, de los cuales 2.600 millones de dólares fueron de productos avícolas.
Correa afirmó que dichos países están «ansiosos para sentarse en la mesa» e «iniciar un diálogo con Brasil», el mayor exportador de carne de pollo del mundo.
«Bolsonaro habló en su discurso de la importancia de agropecuaria. Tenemos un diálogo abierto», sostuvo.
En su pronunciamiento de investidura, el ultraderechista Bolsonaro citó el papel «decisivo» que en su Gobierno tendrá el sector agropecuario, uno de los más importantes de Brasil y responsable por alrededor del 20 % del Producto Interior Bruto (PIB) del país.
El ultraderechista aclaró que apoyará a los productores rurales pero «en consonancia con la preservación ambiental», un mensaje que fue interpretado como un compromiso de que su apoyo a los negocios en el campo tendrá límites ecológicos.
En ese sentido, la nueva ministra de Agricultura subrayó hoy la «legislación ambiental extremadamente avanzada» con la que cuenta Brasil, por lo que el país, dijo, no puede ser considerado un «trasgresor» del medio ambiente.
«El productor brasileño preserva. Tenemos leyes ambientales muy firmes que ya mostraron que Brasil tiene el 66 % de su territorio preservado», afirmó.