Chile, Brasil, Argentina. Son las zonas de producción del Hemisferio Sur que han comprobado en los dos últimos años como las ventanas comerciales con Europa se han reducido prácticamente a dos meses: julio y agosto. La ventana de Septiembre está supeditada a las condiciones climatológicas de un verano caluroso en Europa o no.
Y esto es debido a que la tecnología postcosecha ha avanzado bastante en los últimos años y los productores de manzana italiana han conseguido mantenerse en el mercado hasta el mes de junio con manzana de calidad. El colectivo de exportadores de Chile –asoex– es consciente de esta situación y por este motivo movilizó parte de sus operaciones a Asia, pero «cuando el mercado asiático se pone pesado en ventas, es necesario recurrir a otros mercados como el europeo», explicaba Ronald Bown recientemente a la revista F&H.
El tránsito de manzana y fruta de pepita de Latinoamérica a Europa ha descendido de manera considerable tanto en convencional como en orgánico. Así lo señala Cristóbal Vargas, CEO de Organic Growers cuando afirma que en algunos casos se han dado circunstancias de que el producto comercializado ha descendido incluso en un 50 por ciento en importadores europeos de perfil medio. Y sí además, «lo acompañas con un granizo o problemas de calidad, el descenso de comercialización es superior».