La Interprofesional ha indicado este miércoles que la siembra «es un momento crucial en la campaña» y ha abogado por que «este año, más que nunca, el sector debe hacer una planificación adecuada y tener en cuenta la posible falta de mano de obra para la recolección y el descenso del consumo por la ciada del flujo turístico en el país».
El año pasado, en Castilla-La Mancha se sembraron 6.182 hectáreas de melón y 2.635 hectáreas de sandía, ha apuntado la Interprofesional, que ha considerado que aunque estas cifras se sitúan dentro de la media en la región, «se tendrían que replantear por el año atípico al que se enfrenta el sector, que deberá hacer frente a las consecuencias que arrastrará la crisis sanitaria por el COVID-19».
En este contexto, una de las prioridades de la Interprofesional es «ajustar lo máximo posible la superficie de siembra a la demanda final y actuar en consecuencia , tomando buena nota de lo que ya está ocurriendo en otras zonas productoras de melón y sandía con ciclos más tempranos como Almería, donde los agricultores amenazan con tirar el producto si los precios continúan tan bajos como los de ahora».
El presidente de la Interprofesional, Cristóbal Jiménez, ha pedido moderación y ha recordado que Castilla-La Mancha es una de las cuatro grandes áreas geográficas nacionales más importantes en el cultivo de melón y sandía.
Jiménez ha añadido que «la calidad del sector en la región es muy alta» y ha reiterado que «ahora está en nuestra mano no forzar un escenario de precios bajos»