El fuerte crecimiento de 2018 se ha producido tanto en hortalizas, que registraron un 7% más en volumen y un 2,5% más en valor, totalizando 1,4 millones de toneladas y 806,4 millones de euros, como en frutas, con 1,8 millones de toneladas (+8%) y 1.950 millones de euros (+12%).
La patata se ha mantenido como principal producto importado en 2018, con un 4,7% más, totalizando 817.596 toneladas y 209 millones de euros (-5%). La patata representa el 35% de toda la importación hortofrutícola española en 2018 y el 56% de las compras de hortalizas. No obstante, se ha ampliado la gama de hortalizas importadas en los últimos años, como es el caso de la judía verde, con 143.766 toneladas, un 28% más que en 2017 y un 14% más que hace cinco años; la cebolla con 87.371 toneladas, un 63% más que en 2017 y un crecimiento del 92% en los últimos cinco años o el calabacín con un 40,6% más en 2018, totalizando 18.716 toneladas, y un 92% más respecto a 2014. El tomate importado también ha crecido en el mercado español, ascendiendo en 2018 a 157.202 toneladas, un 8% más que en los últimos cinco años.
En frutas, los mayores volúmenes importados en 2018 correspondieron a plátano, kiwi y piña, con crecimientos del 19% en el caso del plátano, situándose en 365.322 toneladas y del 6% en el caso de la piña (178.816 toneladas) y un descenso del 16% en kiwi, situándose en 182.492 toneladas. Con volúmenes importantes de importación también destacó el aguacate con 129.287 toneladas (+32%), mientras que las compras de manzana se redujeron un 13%, totalizando 167.076 toneladas. Con cantidades menores pero crecimientos importantes destacaron también, en 2018, frutos rojos como la frambuesa con 23.398 toneladas (+47%) o el arándano con 17.827 toneladas (+27%).
Los datos de importación reflejan un máximo histórico en cuanto a volumen y valor y es consecuencia del crecimiento continuado de los últimos años, impulsado en gran medida por la globalización de la importación, según FEPEX. Las importaciones, antes focalizadas en un grupo reducido de productos encabezados por la patata en el caso de las hortalizas y el plátano y la manzana en el caso de las frutas, ahora se amplían a un mayor número de productos y países de origen, evidenciando la necesidad de aplicar medidas de mejora de la competitividad en algunos cultivos.