La falta de mano de obra en las fincas catalanas de fruta de hueso está marcando la campaña durante el presente verano y está provocando que los fruticultores traten de recolectar el máximo posible cuando una cuadrilla entra en una finca, ante la posibilidad de que esta no pueda llevar a cabo una segunda recolección en la misma explotación.
«Hay menos trabajadores en las fincas catalanas y desconocemos si en las próximas semanas tendremos nuevas entradas de trabajadores, por lo que los productores están optando por asegurar la fruta y recolectar el máximo de piezas cuando una cuadrilla entra en la finca», señala Benjamí Ibars, presidente de Fruits de Ponent.
Esta actitud está provocando un incremento de la oferta en las últimas jornadas y un adelanto en la recolección, hasta el punto de que, actualmente, se está recolectando la fruta que en condiciones normales se recolectaría sobre el 10 de julio.
La campaña va adelantada en Lleida, pero sin sobreoferta, ya que las lluvias de finales de mayo en Murcia han provocado un retraso en la recolección y en el ritmo de corte de la fruta de hueso en el sureste de España.
Expectativas
Las expectativas para la fruta de hueso en Lleida son agradables, ya que los problemas de oferta en Emilia Romagna son reales y, a partir del 20-25 de julio, se espera un vacío de oferta en el mercado, porque los caudales de Emilia Romagna se encuentran muy mermados.
Las estimaciones hablan de un descenso del caudal de oferta en Emilia Romagna del 50 por ciento, según fuentes del entorno del Centro Servizi Ortofrutticolo (CSO).
De hecho, la oferta italiana, muy enfocada a satisfacer el mercado doméstico, no mirará casi nada al mercado internacional y dejará espacio a los productores de otras zonas europeas.