2022 no ha sido un año fácil para la empresa alemana Landgard en la actividad hortofrutícola, el mayor grupo de frutas y hortalizas en el mercado germano. Tras dos años de pandemia e influencia por el Covid 19, el año fiscal 2022 ha estado influenciado por un conflicto bélico que ha provocado serios problemas en los costes de producción.
Hubo meses como septiembre, donde los precios de las materias primas para la producción y expedición de las frutas y hortalizas se dispararon un 10 por ciento y esto tuvo serias repercusiones para la demanda en los hogares germanos.
A estos incrementos se une el incremento de los comustibles y unas condiciones climáticas adversas y extremas en el verano, que condicionaron la producción alemana de las hortalizas. Una tormenta perfecta que hizo del 2022 un año especialmente desafiante para Landgard.
El negociado de frutas y hortalizas acaparó algo más del 28 por ciento de las ventas. El grueso de las ventas sigue estando en manos de las flores y plantas ornamentales, actividad que sufrió mucho y que provocó que los beneficios sólo fueran de 4,1 millones de euros. Es decir, el margen comercial de Landgard no alcanzó ni el 0,1 por ciento de la actividad comercial.
El consumidor
El consumidor ha reaccionado ante esta situación como suele hacerlo: reduciendo costes. Las ventas del departamento de frutas y hortalizas se redujeron en Landgard en un cuatro por ciento, aunque el precio de liquidación se elevó en un dos por ciento.
Este descenso de las ventas se argumenta en que las ventas en los hogares germanos se redujeron en un 6,9 por ciento en frutas y hortalizas y el canal Horeca tampoco ayudó mucho, ya que «los alemanes han elevado su presencia de trabajar desde casa y condujo a una disminución en el consumo fuera del hogar», señalan desde Landgard.
Sólo las ventas de las hortalizas básicas y a precios bajos se mantuvieron firmes en la cesta de la compra de los alemanes, además de los berries. El resto de la gama ‘speciality’ y gourmet se fueron para abajo «y los alemanes renunciaron a comprar una serie de productos como los exóticos y los tropicales», señala el informe de situación de la firma Landgard.
La renuncia a comprar se ha recogido por «una alta sensibilidad en el precio, y por este motivo los productos importados de España, Holanda y Marruecos tuvieron una buena aceptación, al ser más competitivos», exponen desde la empresa germana.
Cooperación internacional
De hecho, Landgard ha abierto la ventana a la cooperación con empresas turcas desde su central de Münich. La firma germana destaca que los nuevos partners turcos han mejorado su rango de profesionalidad.
La empresa alemana recoge a través de su negociado Landgard Overseas GmbH las compras por primera vez de frutas extra-UE. La empresa ha empezado a realizar compras en bananas y aguacates y a potenciar las marcas Respect Nature y Bee Maja para potenciar la imagen de empresa sostenible de la firma germana.