En el conjunto de Cataluña, según los datos facilitados por la Asociación Empresarial de Fruta de Cataluña (Afrucat) y el Departamento de Agricultura de la Generalitat, la cosecha de manzana se cifra en 273.970 toneladas, lo que supone un 1% menos que las 276.800 toneladas que se contabilizaron en 2017.
Las comarcas de Girona supondrán esta temporada el 28 % del total de la producción en Cataluña.
Si bien la producción es estable, en los últimos años se sigue registrando un cambio en la estructura de las diferentes variedades que se ofertan.
Así, mientras la producción de las variedades «estándares», como la Golden, las rojas Red Delicious o Granny Smith disminuye, la de Gala y Fuji aumentan.
El presidente de la IGP Manzana de Girona, Llorenç Frigola, ha explicado que el sector impulsa aquellas variedades que se adaptan mejor a las condiciones climáticas del territorio para poder reducir, por ejemplo, el consumo de agua, y también a las preferencias de los consumidores.
En este sentido, ha señalado que «hay una tendencia en el mercado a consumir manzanas más dulces».
La campaña de 2018 se caracteriza, según los expertos, por el retraso en la floración y cosecha debido a un invierno más frío; además, una primavera lluviosa y un verano caluroso ha dado como resultado unos frutos de calibre superior, con un nivel de azúcares elevado.