Las compras de alimentos y bebidas de los españoles se han reducido en 46 kilos/litros per cápita en una década, con bajadas en el consumo de leche, pan, carne, pescado, aceite, frutas y hortalizas, y una apreciable subida de agua envasada y de productos preparados y elaborados.
Si se compara el último Panel de Consumo Alimentario del Hogar (julio de 2019) con el de hace diez años (julio de 2010), el volumen anual de productos para comer en casa se ha reducido un 6,82 %, ya que ha pasado de 674,5 kg/l por persona y año a 628,5 kg/l.
Cada español ha rebajado en 7,7 kg su consumo anual de carne desde 2010; compra 5,81 kg menos de productos de la pesca y también menos frutas (-11,89 kg), hortalizas (-9,78 kg), pan (-6,78 kg), aceite (-2,03 l) y leche y lácteos (-6,6 l).
El consumo de huevos, legumbres y vino tranquilo se mantiene en los mismos niveles que hace una década y, mientras baja la adquisición de refrescos para su consumo en el hogar (-3,5 l), sube el de cerveza (+1,4 l) y, sobre todo, de agua envasada (+7,8 l) y productos elaborados o preparados (+3,62 kg).
En la actualidad, cada español introduce en su carrito o bolsa de la compra 118,12 kg de productos preparados o elaborados al año; 108,80 l/kg de leche y productos lácteos; 91,81 kg de fruta fresca; 77,42 kg de hortalizas y patatas frescas; 62,26 l de agua envasada, 45,81 kg de carne y 39,71 l de refrescos.
El consumo per cápita de pan en los hogares es ahora de 31,52 kg/persona/año; de productos de la pesca, de 22,79 kg/persona/año; el de aceite, de 11,67 l/persona/año; de vino y bebidas derivadas del vino, de 9,53 l/persona/año; de huevos, de 8,35 kg/persona/año y el de bebidas espirituosas, de 0,7 l/persona/año.
El lugar de compra también se ha transformado durante la última década móvil hasta julio de 2019 y se ha potenciado canales como la venta de alimentación por internet, que tiene ahora una cuota del 1,4 %.
La evolución ha hecho perder puestos al hipermercado, que ha pasado de controlar una cuota del 15,1 % a un 13,1 %.
Sin embargo, el supermercado y el autoservicio se han erigido como claros protagonistas en la venta de alimentos, elevándose del 40,8 % al 48,1 % de participación.
En segundo lugar se ha consolidado la tienda descuento, que pasa del 14,3 % al 15,7 %.
La tienda tradicional es cada vez menos utilizada para las compras de alimentos y bebidas, ya que solo el 13,4 % del volumen se adquiere en ellas, frente al 19,4 % que mantenía hace diez años.