Los agricultores cierran un año marcado por precios en origen muy por debajo de los costes de producción, miles de toneladas de fruta sin recoger y la amenaza directa a la viabilidad de explotaciones familiares, ha indicado este jueves en un comunicado la Lonja Agropecuaria Hortofrutícola y Cárnica de Castilla-La Mancha.
Asimismo, ha señalado que el coste de producción de un kilo de sandía se sitúa en torno a 0,34 euros y el del melón en 0,40 euros, pero las cotizaciones de mercado han quedado muy por debajo de estas cifras, obligando a los productores a trabajar a pérdidas.
A esta circunstancia se suma que en torno al 35 por ciento de la sandía y al 25 por ciento del melón podrían haberse quedado en el campo sin recolectar.
La lonja ha apuntado que el caso de la sandía resulta especialmente grave, ya que con unas 3.400 hectáreas cultivadas y un coste medio de unos 17.000 euros por hectárea, las pérdidas totales de este cultivo superan por sí solas los 100 millones de euros.
Pese al ligero aumento de superficie —unas 400 hectáreas más que en 2023—, el incremento no se ha traducido en rentabilidad, ha añadido la Lonja Agropecuaria Hortofrutícola y Cárnica.
Productores y comercializadores coinciden en señalar que la oferta ha superado con creces a la demanda, lo que ha hundido los precios a pesar de la buena calidad de los frutos.
El sector, que venía de dos campañas rentables, afronta con preocupación un futuro incierto.
Según esta lonja agropecuaria, los factores que han agravado la situación se encuentran el solapamiento de la campaña con otras zonas productoras como Andalucía y Murcia, la inestabilidad climatológica y las dificultades en la exportación.