La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) y la Asociación de Productores de Aguacates (Asoproa) estiman que la cosecha ha aumentado un 50% respecto a la temporada anterior, debido al desarrollo vegetativo de los árboles y la entrada en producción de nuevas plantaciones.
Los precios en origen también han tenido un buen comportamiento, estabilizados en torno a 2,5 €/kg por término medio. Sin embargo, ambas entidades solicitan medidas para combatir la lacra de los robos, potenciar la investigación del cultivo y una apuesta decidida por la marca de origen y calidad ‘Aguacates CV’ para diferenciarse de las importaciones procedentes de países terceros, sobre todo de Perú, que se solapan en el tiempo con la producción tardía de la Comunitat Valenciana.
21.000 toneladas
La producción autonómica de aguacate ha alcanzado las 21.000 toneladas en la campaña 2023/24, frente a las 14.000 toneladas de la temporada precedente. Esta evolución contrasta con el descenso de cosecha experimentado en Andalucía, principal área productora de España, donde la sequía causó estragos e, incluso, obligó a arrancar explotaciones. Con 3.685 hectáreas, un 30% más que en 2022, la Comunitat Valenciana ya supone el 15% de la superficie nacional.
A causa de la disminución de oferta andaluza, la demanda de aguacates ha sido elevada y el ritmo de comercialización fluido. Las cotizaciones a pie de campo de las variedades tempranas como Bacon y Fuerte rondaron los 1,4-1,7 €/kg, cuando otros años ni siquiera se lograban vender ya que su función es básicamente actuar como polinizadores de otras variedades.
La variedad Hass, que es la más conocida en todo el mundo, obtuvo precios de 2,4-2,7 €/kg. Finalmente, la variedad Lamb Hass, que representa el 70% de la producción valenciana, recibió unos precios en origen de 2,2-2,7 €/kg. De nuevo, los agricultores sufrieron mayores problemas de comercialización en el tramo final de la temporada debido a la llegada al mercado europeo de las importaciones del hemisferio sur.
El presidente de Asoproa, Celestino Recatalá, afirma que “la rentabilidad digna que el aguacate ha obtenido esta campaña lo consolida como una alternativa de cultivo interesante en aquellas zonas donde no baja nunca de cero grados. Sin embargo, no podemos dormirnos en los laureles porque afrontamos importantes desafíos. Hay que actuar con contundencia frente a los robos, porque no hay derecho a que los ladrones te dejen de la noche a la mañana sin los ingresos de todo un año. Hay que potenciar las investigaciones para mejorar el mapa varietal, la productividad, la sostenibilidad y la post-cosecha del cultivo. Y hay que apostar por la marca ‘Aguacates CV’ como garantía de máxima frescura, trazabilidad, seguridad alimentaria y huella de carbono que las importaciones foráneas, con menores exigencias y venidas desde miles de kilómetros, no pueden igualar”.