En el conjunto de la Unión Europea para el verano se prevé una estabilización de la superficie de cultivo en Países Bajos, Bélgica y España, con una ligera reducción en Italia. La superficie prevista para el cultivo de tomate de verano en Italia es de 18.900 hectáreas, con una producción de 605.000 toneladas. En Países Bajos y de abril a noviembre, se prevé una superficie de 1.800 hectáreas y 765.000 toneladas, de las que el 11% corresponde a tomate redondo, el 73% a tomate en rama y el 16% a especialidades. En Países Bajos también se observa un incremento significativo de las producciones de invierno, habiendo crecido un 33% en los últimos cinco años. En España se prevé una campaña de verano con 650.000 toneladas sobre una superficie de 8.200 hectáreas. En Francia las previsiones de verano apuntan a una superficie de 2.131 hectáreas con 526.845 toneladas y en Bélgica la producción de tomate de verano de la campaña pasada ascendió a 511 hectáreas.
En cuanto a Marruecos, la representación de este país en el grupo europeo anunció sus previsiones de producción para la próxima campaña, que ascenderá a 815.000 toneladas sobre una superficie de 5.240 hectáreas, con un incremento el 1% sobre las 806.000 toneladas del año anterior. De las hectáreas previstas el 71% corresponderá a tomate redondo, el 4% a tomate en rama y el 24% a especialidades incluido el cherry o tomate cereza. Destaca también el fuerte crecimiento de las importaciones procedentes de Turquía con 107.799 toneladas en 2018.
El grupo de tomate de la Comisión Europea analizó también la situación del mercado en la campaña de invierno 2018/2019, el comercio intracomunitario y las importaciones de terceros países, así como la repercusión de las plagas en la producción comunitaria. En la campaña de invierno 2018/2019 y según el informe de la Comisión Europea se observa una fuerte volatilidad de las cotizaciones en todos los mercados, especialmente en el tomate redondo y en el periodo comprendido entre el mes de abril y septiembre.
En 2018 y en el mercado de la UE, Países Bajos se consolida como primer proveedor de la UE con 948.654 toneladas, seguido de España con 777.244 toneladas, estando estabilizada la exportación española en los últimos cinco años. Le sigue Marruecos con una exportación de tomate en 2018 de 547.584 toneladas, destinando 450.757 toneladas al mercado de la UE.
En la reunión, FEPEX destacó que las políticas energéticas de los diferentes Estados miembros están siendo determinantes de su competitividad observándose, por otro lado, una fuerte orientación de las producciones comunitarias hacia especialidades, mientras se observa una concentración de las importaciones en tomate redondo. Asimismo FEPEX destacó el impacto negativo que están teniendo las plagas importadas como la tutta absoluta, con una repercusión doble porque, por un lado provocan un incremento significativo de los costes de producción y, por otro, constituyen una barrera de acceso a los mercados de terceros país, limitando fuertemente la política de diversificación de mercados.
En el transcurso de la reunión también se evidencio la fuerte preocupación existente por la difusión de la plaga “Tomato Brown rugose fruit virus (TOBRFV), procedente de Jordania, sobre la que no existe constancia en España, y que está presente en Alemania e Italia, habiéndose detectado también en México y Estados Unidos.