Los citricultores andaluces han dado comienzo a la campaña de recolección 2019-2020 -cuyas principales zonas productoras son las provincias de Sevilla y Huelva- marcada por un clima que ha afectado a la producción y a la espera de que suba el consumo para dar salida a la fruta.
Según se recoge en el último informe elaborado por el Observatorio de Precios de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, la climatología que se ha dado durante el año ha afectado negativamente al periodo de floración y por ello a la producción.
A esto se une que muchas plantaciones citrícolas tienen desgaste acumulado como consecuencia de una mayor prolongación de la carga de fruta en el árbol durante la campaña 2018/19, causada por una bajada continua de las cotizaciones medias en el mercado.
Por otro lado, en determinadas zonas de producción más cálidas, el inicio de campaña se está viendo marcado por la ausencia de humedad y de contraste térmico durante las noches, que afecta de forma directa al envero de la fruta y tiene como resultado un retraso en el comienzo de la campaña.
En cuando a la calidad del producto, resalta una mayor presencia de defectos en la producción de las primeras naranjas del grupo Navel debido a los cambios bruscos de temperatura registrados al comienzo del verano y una falta de calcio en la fruta.
Por lo que respecta a la actividad en los almacenes del sector de cítricos, el informe señala que ha comenzado en algunas provincias andaluzas aunque el ritmo de actividad no es elevado, debido a la presencia aún en el mercado de fruta de ultramar; el mercado se encuentra aún abastecido por la última fruta procedente de Sudáfrica, a lo que se une la ausencia de bajas temperaturas, responsables de un mayor consumo de cítricos entre los consumidores finales.