Halloween y la bajada de temperaturas en otoño marcan la campaña de mayor venta de calabaza, cuya comercialización se consolida tanto para fines decorativos como culinarios y busca, a través de un nuevo consorcio de promoción, desestacionalizar su consumo.
Pintadas, cortadas, de susto o sabrosas y saludables, la llegada de Halloween cada año brinda a la calabaza el papel de protagonista; presente en tiendas, colegios y casas para dar miedo y, sobre todo, en las empresa que la comercializan, donde esta época supone un impulso a sus ventas que suponen hasta el 20 %.
La llegada del otoño y, en especial, el Puente de Todos los Santos, con la celebración de la festividad estadounidense de Halloween, coloca en las lineales de los supermercados la calabaza, un alimento que, durante esta época de frío, se suele cocinar en cremas calientes.
En general, la mayoría de los supermercados adecuan su oferta de calabaza a Halloween, con productos con un envase «de miedo» como el panettone de calabaza de Aldi.
Aumento de las ventas
Para las empresas, esto supone un fuerte incremento en sus ventas, como en el caso de la compañía valenciana especializada en la producción de calabaza de Halloween, Florfruits, donde, durante el mes de octubre, este producto supone el 20 % de las ventas.
Así lo ha explicado en declaraciones a Efeagro el director de marketing de la firma, Vicente Visar, quien ha señalado que, a nivel internacional, la exportación de los packs de calabaza de Halloween están muy solicitados.
En general, Visar ha señalado que la campaña de esta hortaliza ha ido «muy bien» y que se ha duplicado la producción, una sensación que también comparten en la empresa productora de este alimento, Vicente Peris.
Desde la entrada al mercado de la calabaza de cuarta gama, ya pelada y cortada, este alimento se ha convertido en un «básico» de la cesta de la compra, ya que ese formato ha facilitado su forma de cocinar y de crear nuevos platos, según la empresa especializada Vicente Peris.