Así se desprende de un informe del Observatorio de la Biomasa, de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, en el que hace un seguimiento de la evolución de estas estufas y calderas.
Según ha recordado Avebiom en un comunicado, el efecto que produce el consumo de combustibles fósiles en España elevó las emisiones de CO2 en más de 100.000 toneladas en 2017.
«La mayor aportación de la biomasa a la lucha contra el cambio climático es consecuencia del importante aumento de las instalaciones -sobre todo estufas y calderas- que entraron en funcionamiento durante el ejercicio pasado, un 23 % más», ha precisado.
En opinión del presidente de Avebiom, Javier Díaz, «la biomasa térmica se ha convertido ya en uno de los instrumentos estratégicos de la política nacional contra el cambio climático, cuyo protagonismo crece año tras año, si bien debemos ser conscientes de que tiene aún un largo recorrido por delante».
Para Díaz, en España «podríamos avanzar mucho más rápidamente en el aprovechamiento de la biomasa que atesoran nuestros bosques, actividad que repercutiría muy directamente en la mejora de su conservación, generando empleo y riqueza, además de evitar incendios fortuitos o de facilitar las tareas de extinción, en el caso de que se produzcan».
Para impulsar esta actividad, Avebiom reclama medidas concretas, sobre todo de carácter fiscal, como la rebaja del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), de carácter municipal, o la aplicación de un IVA reducido a la biomasa, como en otros países.
Es el caso, según sus datos, de Reino Unido (5 %), Bélgica y Luxemburgo (6 %), Alemania (7 %), Francia (10 %), Letonia (12 %), Austria (13 %), Irlanda (13,5 %) y República Checa (15 %), ha referido.
En 2017, la potencia instalada ha aumentado en 1.106 megavatios, lo que ha hecho posible generar 1.245 kTEP (kilotoneladas equivalentes de petróleo), equiparable a un menor consumo de 1.470 millones de litros de gasóleo de calefacción, de acuerdo a Avebiom.
La potencia instalada se ha multiplicado por cinco en los últimos diez años, al pasar de los 1.510 megavatios de 2008 a los 9.404 registrados a finales de 2017.
Por comunidades, lideran el ránking Andalucía, Castilla y León y Cataluña, que superan los mil de megavatios instalados, ha añadido