La cadena Alnatura trabaja en buscar nuevos nichos de mercado en sus destinos -Alemania y Suiza-, ya que los clientes de esta cadena están gastando menos dinero por cada compra.
El director general de Alnatura en Suiza, Boris Pesek, confirma que las ventas de sus tiendas no son las mismas que hace dos años, pero a su vez ve potencial para subir a 30 el número de tiendas en el mercado suizo.
«Lo orgánico tiene su precio», señala Pesek, y los precios de la gama ‘bio’ no se pueden bajar más en la mayoría de los casos, aunque «trabajamos para mejorar los precios y facilitar unos productos más accesibles».
No obstante, el ejecutivo suizo señala que «por un lado se venden productos más accesibles y, por otro lado, se venden productos de alto valor añadido y con precios elevados en sus tiendas. «Ciertos productos de precio alto como la carne ‘bio’ se quedan en los lineales», señala Pesek en un medio suizo.
Alnatura está a punto de abrir dos nuevas sucursales en Suiza durante el mes de agosto en el cantón de Zúrich, y son aperturas justo cuando las tiendas naturistas Müller se han visto obligadas a cerrar. «El mercado orgánico está bajo mucha presión pero las ventas en general de Alnatura crecen», desvela Pesek.
No crece la venta por ticket, ya que «los clientes se han vuelto más conscientes de los precios», desvela Pesek. El ejecutivo señala que «contamos con un lápiz afilado y asumimos que los precios se van a estabilizar cada vez más».
El crecimiento de Alnatura en Suiza tiende a proyectarse más en la zona francófona y menos en la germana, donde la presión de los precios es mucho mayor.
Y todas estas perspectivas de crecer en un momento donde la cadena propietaria de Alnatura, Migros, se encuentra en una fase de posibles cambios, ya que Migros quiere desarrollar nuevos perfiles de supermercados.
