Estabilizar los niveles de azúcar en sangre es fundamental para cualquier paciente de diabetes que se precie y la alcachofa contribuye a conseguirlo gracias a sus antioxidantes y fibra. Así lo hacen saber desde la asociación sin ánimo de lucro Alcachofa de España con vistas al próximo sábado 14 de noviembre, cuando se conmemora el día mundial de esta enfermedad, que ya afecta a casi seis millones de personas en España, según datos del Ministerio de Sanidad.
“La alcachofa es un alimento muy recomendado para quienes tienen diabetes, ya que es rica en antioxidantes y fibra. Este combo favorece un correcto control de la glucemia en sangre, evitando fluctuaciones y descompensaciones que influyen directamente en nuestros niveles de energía. En concreto, destaca su contenido en inulina, un tipo de fibra soluble que ayuda a mantener unos niveles óptimos de glucosa en sangre”, explica la nutricionista Lorena Castillo de la Clínica Keval+ en Valencia.
Excelente aliada
Además de sus beneficios para las personas con diabetes, la alcachofa también resulta una aliada en la prevención de esta enfermedad, cuya incidencia no ha dejado de crecer en los últimos años. De hecho, las últimas encuestas nacionales de salud reflejan una tasa próxima a 8 de cada 100 personas. Siguiendo con las palabras de Lorena Castillo: “Para prevenir la diabetes es esencial mantener un buen control glucémico. Incorporar la alcachofa en nuestra pauta alimentaria reduce el impacto de la glucemia del resto de alimentos y actúa como combustible para nuestras bacterias intestinales, promoviendo un buen estado de salud general”.
¿Cómo incluir la alcachofa en la dieta?
Desde Alcachofa de España recuerdan que esta verdura es muy versátil y que puede consumirse durante todo el año gracias a su disponibilidad en diferentes formatos en los puntos de venta: frescas, congeladas o en conserva. Asimismo, esta asociación sin ánimo de lucro dispone de una selección de recetas para todos los niveles culinarios en su web oficial.
Por su parte, la nutricionista consultada Lorena Castillo apunta que “cualquier momento es bueno para incorporar esta verdura” y matiza que “lo ideal es cortarlas en pequeños trozos para que su cocinado sea más rápido y, así, evitar que temperaturas muy altas mantenidas en el tiempo reduzcan la disponibilidad de sus nutrientes”. Además, sugiere “aprovechar las hojas para hacer una infusión a tomar antes o después de las comidas, ya que su sabor amargo ayuda a estimular los jugos biliares y facilita la digestión”.