Las soluciones biológicas y sostenibles para enfermedades y plagas están ganando terreno en la agricultura. «En los últimos años, hemos desarrollado una gama de soluciones biológicas para cultivos al aire libre y hemos sumado mucha experiencia», señala Martin Koppert, director comercial en el segmento agro de Koppert mediante un comunicado de la empresa.
Es una apuesta decidida que «ayudará a nuestros clientes a reducir su dependencia de los productos químicos y a cultivar con más fuerza y resistencia», señalan desde la firma.
La firma hace un balance de la introducción de los beneficiosos para controlar las plagas y el trabajo con los abejorros y la apuesta por los microbiológicos desde la década de los 90: nemátodos, bacterias, entre otros.
«Incluso vimos el potencial que estos microbianos podían ofrecer para los cultivos agrícolas», señala Martin Koppert. La tecnología de antes no permitía aún su uso en los cultivos al aire libre, pero hoy es mucho más fácil aplicar con éxito las soluciones ‘bio’ en el mercado del aire libre y «estamos viendo un número cada vez mayor de oportunidades para introducir beneficios en los cultivos al aire libre», expone Koppert.
Liderazgo
No todos son frutas y hortalizas en Koppert. La empresa lidera las soluciones biológicas en Brasil. «Tenemos una filial brasileña en la que hemos desarrollado una amplia cartera de productos para los principales cultivos industriales, como la soja, el maíz y la caña de azúcar. Esta cartera incluye no solo productos microbianos, sino también estimulantes de plantas y macrobeneficios», señala Koppert.
Las soluciones de Koppert se aplican en unos cinco millones de hectáreas de cultivos al aire libre en Brasil. «Brasil se ha convertido en un escenario de aprendizaje perfecto en términos de establecer un protocolo biológico sólido y económicamente beneficioso para cultivos a gran escala», apuntan desde la empresa.
La experiencia brasileña es clave para «un mayor despliegue de soluciones biológicas en Europa durante los próximos años. Uvas y frutas son mercados importantes para Francia y cítricos para España», explica Koppert.
No son los únicos cultivos donde Koppert ya trabaja. El departamento de I+D está trabajando actualmente para obtener el registro de Trianum-P para patatas, un producto que se basa en el hongo Trichoderma harzianum.
También están desarrollando nuevos hongos y soluciones para ayudar a combatir las enfermedades del suelo, pero el director comercial de Koppert advierte que el registro de nuevos productos biológicos lleva su tiempo. Un proceso de registro europeo suele durar entre 7-8 años.
El objetivo de Koppert como firma es haber reducido en un 10 por ciento el uso de pesticidas para 2030.