Es la extinción del kiwi italiano. 6.500 hectáreas se han quedado en el camino en el presente año, según Francesca Spinelli, profesora asociada del Departamento de Ciencias y Tecnologías Agroalimentarias (Distal) de la Universidad de Bolonia.
Todas las regiones italianas están afectadas por el efecto fatiga del suelo y «a finales de 2020 estimamos que la muerte afectó a 6.500 hectáreas cultivadas, alrededor del 26 por ciento de la superficie de kiwi cultivada en Italia«, señaló Spinelli en unas jornadas organizadas por la firma Biochim.
El profesional italiano adelantó en cifras 242.000 toneladas de kiwi italiano afectado y un daño estimado en 228 millones de euros al año sólo en los ingresos de la producción.
El problema de la fatiga en el suelo viene a colación de varias razones según Spinelli: «estancamiento del agua, riegos excesivos e incorrectos, anomalías en la estructura del suelo, desequilibrio de la comunidad biótica y estrés climático«.
Muchos años de I+D por delante para controlar esta situación pero mientras se reclama unas correctas prácticas agronómicas que pasan «por un cuidadoso procesamiento del suelo, buen contenido de humidificación en el suelo, aporte de microorganismos y cuidadoso manejo del agua, que influyen positivamente en la prevención de la muerte del kiwi», señala la profesional italiana.