Las ventas de frutas y hortalizas crecieron casi un nueve por ciento en millones de euros durante 2023. Es un dato que viene motivada por la inflación, más que por el volumen adquirido, pero que dibuja un escenario al alza, tras varios años de dudas.
Los canales de la gran distribución se han hecho con el control del mercado y los supermercados sumaron un 40 por ciento de la cuota de mercado en el segmento de la gama convencional en general, con un crecimiento del 9,5 por ciento en millones de euros, según el informe del Ismea.
Fue el canal que más incrementó sus ventas, pero no fue el único porque la paridad fue total. El formato ‘discount’ incrementó sus cifras en un 9,3 por ciento, mientras que el hipermercado lo hizo casi en un ocho por ciento. Sólo el comercio tradicional descendió un 0,6 por ciento, demostrando que este canal no está en sus mejores momentos en alimentación en general.
La cesta
El consumo de productos se ha diversificado en Italia y las frutas y hortalizas ya no ocupan ese espacio tan amplio de antaño. Las frutas y hortalizas supusieron durante 2023 casi el 19 por ciento del gasto realizado por las familias italianas, lo que supuso un incremento del 8,8 por ciento en hortalizas y del 5,9 por ciento en frutales.
La cesta estuvo liderada durante 2023 por los cereales y sus derivados, que supusieron casi el 15 por ciento de la cesta y por los productos lácteos con casi el 14 por ciento de las ventas, gracias a un incremento de casi el 12 por ciento de las ventas de leches y derivados.
Frutas y hortalizas
El incremento de las ventas de hortalizas se debió por el repunte de ventas de las patatas y los tomates, tanto en fresco como en procesado. Un incremento falso, ya que la demanda de tomates tanto frescos como procesados se redujo en un seis por ciento, pero las ventas lo hicieron en un 19 por ciento. La inflación fue la clave de este incremento.
El informe realizado por el Ismea italiano refleja la tensión que sigue habiendo en el mercado de las frutas y hortalizas y que consiguió aliviarse durante el cuarto trimestre de 2024 debido «a la variabilidad de octubre, que observó un pequeño descenso de los precios medios para las hortalizas de temporada durante los meses de noviembre y diciembre», refleja Ismea.
No obstante, aún se nota la volatilidad de los precios por las dudas de la disponibilidad y los dos ejemplos palpables fueron la lechuga y el hinojo, que incrementaron sus precios en un 25 por ciento.
La IV gama es la que no levanta cabeza y la inflación no va con sus registros. Sus volúmenes descendieron durante 2023 un 3,2 por ciento y sus ventas en valor económico descendieron un 0,5 por ciento.
La fruta
El segmento de frutas elevó su gasto en casi un seis por ciento por las contracciones de volúmenes que afectaron a los cítricos en un 10 por ciento.
Sólo en el cuarto trimestre se registraron incrementos a pesar de que en diciembre las peras y las uvas registraron un incremento de precios del 78 y 35 por ciento, respectivamente.
