El secretario general de Población y Desarrollo Rural, Manuel Mejías, se ha reunido este viernes en la Comunidad de Regantes del Zújar, en la localidad pacense de Don Benito, con los investigadores de la Escuela Politécnica de Cáceres que trabajan en este proyecto desde hace tres años.
Al respecto, el director de la escuela, Jesús Torrecilla, ha advertido de que se está perdiendo energía de forma pasiva, algo que intentan subsanar con pruebas en la red de abastecimientos de diferentes municipios, aunque consideran que la mayor posibilidad de recuperación de energía está también en el regadío.
En la segunda parte del proyecto, desde la escuela trabajan en una planta piloto donde realizan ensayos para poder someter las distintas situaciones que pueden ver en los municipios.
En los del norte de la provincia cacereña donde han experimentado un exceso de pérdida de energía disponen ahora disponen de válvulas reductoras de presión para distribuir el agua en condiciones óptimas.
«Pero esa energía se desperdicia», ha apuntado la investigadora Eva Gómez, por lo que buscan aprovecharla para generar electricidad.
El objetivo es encontrar dispositivos económicos y fáciles de adquirir «para poder hacer esta recuperación de energía y esto requiere unas adaptaciones que hay que desarrollar en laboratorio», ha apuntado.
Trabajan así en la línea de los Objetivos de Desarrollo Sostenible con el fin de desarrollar un modelo, en este caso implantado en los regadíos para que estos tengan una huella «lo más parecida posible a la huella geográfica que ocupa el propio regadío».
La reunión de hoy se enmarca dentro de este proyecto de colaboración entre ambas instituciones para trabajar en pro de la eficiencia energética en las comunidades de regantes, algo en lo que la Junta lleva trabajando en los últimos años para reducir los elevados costes del riego presurizado.
Esta iniciativa se une a las actuaciones ya puestas en marcha para tal fin, como la instalación de plantas fotovoltaicas en las comunidades de regantes, a las que la Junta ha destinado ya un presupuesto de más de 10 millones de euros, ha señalado Mejías.
En una región en la que las comunidades de regantes van a la cabeza respecto al resto del país en materia de eficiencia energética, este proyecto es «el reflejo del buen hacer», ha destacado Mejías.