La Guardia Civil ha inmovilizado más de 20.000 palés de cinco empresas de Granada y Almería que no cumplían la normativa sobre sanidad vegetal al no contar con el tratamiento fitosanitario obligatorio para evitar la propagación de plagas, una operación con cinco personas puestas a disposición judicial.
Según ha informado este cuerpo armado, agentes de la Guardia Civil, junto a la Subdirección General de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, han desarrollado la operación Torreseca, por la que se han inmovilizado los palés.
La operación ha permitido descubrir que cinco empresas de Granada y Almería no daban el tratamiento fitosanitario adecuado y obligatorio a los embalajes de madera que comercializaban, lo que representa un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente.
Las empresas incumplían una directiva europea sobre medidas de protección contra la introducción de organismos nocivos para los vegetales y contra su propagación.
Durante la fase de explotación, los agentes han inmovilizado en las cinco empresas investigadas 20.041 palés a los que no se les había proporcionado tratamiento fitosanitario alguno y se ha puesto a disposición judicial a los responsables de las empresas, investigados por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente.
También se enfrentarán a cargos por un delito de apropiación indebida y, uno de ellos, está además siendo investigado por un delito de falsedad documental y otro contra la propiedad industrial.
Esta operación comenzó a principios del año con unas inspecciones que agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) e inspectores de anidad e Higiene Vegetal y Forestal en empresas de la provincia de Granada para controlar el tratamiento de embalajes usados especialmente en el comercio internacional.
Los agentes descubrieron los más de 20.000 palés en empresas de Maracena, Granada, Loja y Albolote (Granada), y en una firma de La Mojonera (Almería) y comprobaron que estaban elaborados o habían sido reparados con listones de madera a los que no se les había proporcionado tratamiento fitosanitario alguno.
Los investigadores descubrieron que uno de estos empresarios, además, había utilizado sellos falsos en los propios palés con los que trataban de acreditar que habían recibido tratamientos fitosanitarios que no se habían llevado a cabo, por lo que estaba cometiendo un presunto delito de falsedad documental.
Este empresario también ha sido investigado por un delito contra la propiedad industrial por haber colocado en sus embalajes la marca NIMF 15 (Norma Internacional de Medidas Fitosanitarias) de una empresa autorizada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sin el consentimiento de dicha empresa.
Durante la investigación, los agentes han descubierto que en la empresa de Maracena se había apropiado ilícitamente de casi 2.145 palés, en la de Loja de 1.486 y que el empresario de Albolote se apropió de otros 3.325, palés cuyo valor de mercado supera los 150.000 euros.
La comercialización de palés de madera no tratada, además de un riego grave para los ecosistemas, supone una competencia desleal con otras empresas del sector que sí que cumplen con la normativa sobre sanidad vegetal.
Por otra parte, el comercio internacional provoca que cualquiera de estos palés acabe en cualquier lugar del mundo, lo que es un riesgo de dispersión de plagas vegetales, responsables de dañar anualmente 35 millones de hectáreas de bosque en todo el mundo.