De hecho, según fuentes del Ministerio de Agricultura, los meses en los que más lechuga consumieron los españoles fueron los de verano, a excepción de agosto, mientras que en invierno descendió el consumo. Esto se puede deber, según Javier Soto, presidente de la sectorial de Lechuga de Proexport, la Asociación de Productores-Exportadores de Frutas y Hortalizas de la Región de Murcia, a que en el mes de agosto hay una oferta vegetal “más amplía y también entra la fruta de verano”, lo que puede hacer que el consumidor diversifique y haya elegido para su cesta de la compra otros productos.
No obstante, desde la sectorial de lechuga de Proexport animan a incrementar el consumo de lechuga en España, ya que, “aunque somos grandes exportadores y nos centramos mucho en la producción y en la comercialización, no lo hacemos tanto en el consumo interno”. “Creo que deberíamos ser más profetas en nuestra tierra y consumir más lechuga”, añade.
Estabilización de la RomanaEn cuanto a las tipologías en fresco, Soto afirma que, “mientras en Francia tiene mucho más tirón una lechuga escarola, en España las que más se consumen son las Romana, Iceberg y Little Gem”. Aunque en volumen la más popular en el mercado doméstico puede ser la Iceberg pese a su estancamiento hace ya unas campañas, sí es cierto que “la Romana se ha estabilizado, ya que hubo un tiempo en el que le iba comiendo mucho terreno a la Iceberg. Ahora hay un consumo de Romana y Little Gem que se ha estabilizado”.
El hecho de que las Romanas se hayan convertido en un commodity puede ser una de las principales causas de ese crecimiento y, posteriormente, de ese estancamiento, algo que también le pasó a la Iceberg en su día y que le está ocurriendo ahora a la Mini Romana en el Centro de Europa.
Más información en el número 435 de la revista F&H.