Hortalizas y verduras

Ibérica de Patatas donará más de 3.000 kilos de papas al mes a Banco de Alimentos

Ibérica de Patatas ha renovado su acuerdo con la ONG Mensajeros de la Paz, fundada y dirigida por el Padre Ángel, para donar más de 3.000 kilos de patatas al mes a los bancos solidarios de alimentos.

Por cada compra de los productos de Ibérica de Patatas etiquetados con el logo de Alimento solidario con Mensajeros de la Paz, la compañía donará patatas a sus bancos de alimentos. El compromiso inicial de 3.000 kilos de patatas al mes podrá ser incrementado en función de las necesidades de la ONG y de los resultados de esta campaña solidaria, que se prolongará durante un año.

Mensajeros de la Paz atiende diariamente las necesidades de más de 900 personas en sus comedores sociales de Madrid, Toledo, León y Melilla, y cuenta con un Banco Solidario en Madrid a través del que reparte alimentos a más de 1.500 familias.

La demanda de ayuda y comida se ha agravado a causa de la crisis generada por la pandemia: “Muchas personas han perdido sus trabajos y tienen que recurrir a los comedores sociales. Con esta iniciativa queremos ayudar a aliviar la situación de esas familias que lo están pasando realmente mal”, señala Pablo Jiménez, gerente de Ibérica de Patatas.

“En estos momentos tan difíciles para tantas familias afectadas gravemente por la crisis producida por la pandemia COVID19, agradecemos que entidades como Ibérica de Patatas nos ayuden a ayudar a los más necesitados, con un producto tan básico y esencial en la alimentación”, señala el Padre Ángel, Presidente de Mensajeros de la Paz.

Ibérica de Patatas cuenta con una trayectoria vinculada a la solidaridad y la acción social. Además de colaborar habitualmente con Mensajeros de la Paz, en 2008, con motivo de la celebración del Año Internacional de la Patata, destinó el 0,7% de sus ventas al programa de salud y ayuda de la Fundación Coprodeli en Perú.

Mensajeros de la Paz fue fundada en 1962 por el Padre Ángel García; es una organización no gubernamental declarada de utilidad pública y de ámbito nacional e internacional y ha recibido entre otros galardones el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. La principal actividad en sus inicios fue la creación de hogares para acoger a niños y jóvenes privados de ambiente familiar o en situación de abandono. Con el paso de los años ha ido ampliando sus actividades a otros sectores sociales desprotegidos: las mujeres víctimas de violencia doméstica, los discapacitados físicos y psíquicos y las personas mayores que viven en soledad, abandono o indigencia.