En este sentido, expresa que estos invernaderos son «medioambientalmente muy sostenibles, porque más del 95 por ciento de la energía que utilizan para cultivar proviene del sol, frente a los invernaderos de otras zonas productoras, como por ejemplo Holanda, cuya fuente de energía para cultivar es la calefacción, por lo que son contaminantes».
Señala que estas zonas son «líderes en control biológico», ofrecen «productos de calidad todo el año» y sus explotaciones ahorran un 80 por ciento además de tener menos emisiones de CO2 y un menor consumo energético.
El director de AGR Food Marketing, agencia que ha desarrollado la estrategia creativa y el plan de comunicación de la campaña del invernadero solar dice que el objetivo de ésta es «poner en valor frente a la sociedad española el modo de cultivo bajo invernadero, cambiando la imagen negativa y las creencias erróneas que se han asentado en la mente del consumidor».
La primera fase de la campaña será erradicar esta imagen negativa y la segunda etapa, que se pondrá en marcha en 2018-2019, intentará crear y construir una nueva imagen basada en los conceptos: sostenibilidad y futuro. «Una de las debilidades que más compromete al sector hortofrutícola bajo invernadero es la imagen negativa que la sociedad en general proyecta sobre los productos cultivados bajo plástico. Imagen que vincula el plástico con algo no natural y, por ende, cultivos bajo plástico es equivalente a cultivos no naturales», incidió en relación con la campaña.