Y eso que la superficie de tomate grueso se ha ido debilitando en los últimos años a favor de las líneas de tomate pequeño y ‘speciality’ que a priori son menos productivas. Desde el año 2010 la oferta de tomate ‘made in Holland’ ha ido incrementándose paulatinamente a pesar de que los mercados de destinos del verano se han visto limitados.
Este incremento corresponde a las 400 hectáreas actuales de producción de invierno bajo luz artificial, ya que la oferta de verano se reduce a favor de otras categorías como pimiento o berenjena.
El verano
La producción veraniega se ha convertido en otro conflicto para los horticultores holandeses por la competencia que les genera Polonia, Alemania, República Checa y las producciones nórdicas.
Es por este motivo que entre un 20-25 por ciento de los productores holandeses de tomate han apostado por dar el paso a las producciones invernales. Y mientras las producciones de tomate han subido, las exportaciones recogen una tendencia a la baja y se sitúan en los niveles más bajos de los últimos 10 años con tan sólo 750.000 toneladas exportadas frente al record de 808.000 toneladas del ejercicio 2014.
Más información en el número 448 de la revista F&H.