HaciendasBio está ultimando un acuerdo con el sindicato de bancos y el fondo de deuda Oquendo para su reestructuración y ha solicitado al juzgado de lo mercantil número 1 de Badajoz una prórroga de tres meses para cerrar las negociaciones, según un comunicado de la empresa centrada en el negocio ‘bio’.
La compañía, controlada desde 2021 por la familia Drago (Grupo Agostini) y Ferran Conti a título personal, está cerca de alcanzar un acuerdo con los acreedores financieros que «le permitirá atender a los proveedores, mantener todos los puestos de trabajo -más de 1.000 de media y unos 1.800 en temporadas de campañas- y operar con normalidad, asegurando el futuro de la compañía a largo plazo», señalan desde la empresa.
El acuerdo que se está negociando pasa «por consolidar una deuda sostenible y una reducción importante de la deuda total, que será compensada en parte por un eventual valor futuro de la compañía», destacan desde HaciendasBio.
Reestructuración
Para hacer frente al proceso de reestructuración, la firma ha ido vendiendo parte de sus activos y ha eliminado los activos productivos no rentables.
La empresa productora ha dejado de trabajar la gama de lechugas, sandías y melones en Murcia; la línea de espárragos en Ciudad Real y la calabaza en la parte hortícola para fresco. La firma también ha aparcado las plantaciones de arroz, cacahuete y tomate para industria, además del concentrado.
HaciendasBio se vio abocada en diciembre de 2022 a acogerse a un proceso de reestructuración, tal y como permite la ley, debido a las pérdidas acumuladas durante la gestión de los anteriores accionistas y al aumento de los costes por la subida de los tipos de interés y del salario mínimo interprofesional (SMI), fundamentalmente.
Además de simplificar su operativa, eliminando gastos, y de centrarse en su core business, HaciendasBio ha reforzado su equipo comercial con el fin de llevar a cabo una reestructuración para la que el juzgado ha nombrado a FTI Consulting como experto independiente.
