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Grupo AN alcanza una facturación de 1.689 millones

Grupo AN aumentó un 7,47 % su facturación, pasando de 1.571 a 1.689 millones de euros, también creció en recursos entre 2022 y 2023.

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La cooperativa agroalimentaria, con sede central en Tajonar (Navarra), ha celebrado su Asamblea General anual, donde el presidente del Grupo AN, Francisco Arrarás, y el director general de la compañía, Alfredo Arbeloa, han rendido cuentas del último ejercicio ante los más de 300 asistentes al evento, a cuya clausura ha acudido la presidenta navarra, María Chivite.

Han expuesto que el aumento del 7,47 % en su facturación radica en la mayor actividad con las cooperativas socias y por la subida generalizada de los precios. También crecieron los beneficios de la empresa, un 2,3 % hasta los 10,92 millones de euros, la mayor parte de los cuales se reparten a las cooperativas socias.

Según han informado fuentes del Grupo AN, que cuenta con 171 cooperativas socias en las que se integran cerca de 35.000 agricultores y ganaderos, en este ejercicio ha seguido creando nuevos puestos de trabajo y ha pasado de 1.927 a 1.983 trabajadores, con casi un 3 % de aumento de la plantilla.

Para Francisco Arrarás “es ahí donde queda patente nuestro compromiso con el desarrollo rural, la lucha contra la despoblación y la generación de riqueza para mantener vivos nuestros pueblos. Las cooperativas y las industrias agroalimentarias jugamos un papel fundamental en el desarrollo y la vertebración de la sociedad, en general, y de la sociedad rural, en particular”.

Por su parte, los recursos propios se incrementan en un 6,48 % y llegan a 146,82 millones de euros, frente a los 137,88 del ejercicio anterior. El cash-flow generado, de 17,8 millones, permite mantener el nivel de inversiones de los últimos años: en total, se han invertido 14,5 millones de euros en distintas regiones en las que tiene presencia el Grupo AN.

Son cifras positivas en un entorno muy complicado, como ha resaltado Arrarás: “Nosotros, que nos dedicamos a la agricultura y la ganadería, lo hemos sufrido en primera persona: inestabilidad de los costes de producción, como los de la energía y los suministros agrarios, inestabilidad en las materias primas y la imposibilidad, en muchas ocasiones, de repercutir ese aumento de los costes al resto de la cadena”.