El operador internacional Greenyard ha visto como su volumen de negocio ha descendido en un cuatro por ciento hasta situarse en los 3.100 millones de euros y lo achaca al pésimo verano seco que sufrieron sus proveedores del Centro y Norte de Europa. La empresa perdió cuota de mercado y las aseguradoras le bajaron el rating considerablemente y el riesgo cliente.
No obstante, la mayoría de sus proveedores han mantenido su confianza en la empresa y han respetado los programas que tenían abiertos. Durante la campaña de primavera, varias empresas españolas insistieron sobre sus aseguradoras al comprobar que el riesgo empresa lo habían elevado, pero no ha habido rastro alguno de problemas con los proveedores españoles.
La firma argumenta que los problemas le vienen por un verano especialmente duro que le provocó no poder cumplir algunos de sus programas con las cadenas por la falta evidente de género, pero el ritmo de trabajo es el habitual.
El grupo para reforzar su posición como ‘category’ de las cadenas ha firmado recientemente un acuerdo con Carrefour Bélgica para suministrarle una importante parte de las frutas y hortalizas.