La directora general de Desarrollo Rural y Política Forestal, Esperanza Orellana, ha considerado que la agricultura española «no puede existir sin el regadío», por lo que el Gobierno lo defenderá «sin complejos» porque estos cultivos son perfectamente compatibles con la sostenibilidad, y crean empleo y evitan la despoblación.
La directora general ha abogado por continuar avanzando en modernización e inversiones, incentivar que el sector busque soluciones innovadoras y formar al agricultor en nuevas tecnologías.
Ha avanzado también que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) tendrá redactado, para después del verano, el primer borrador de la nueva Estrategia Nacional de Regadíos para analizarlo con regantes y sector del agua.