Las localidades francesas con una población limitada son testigos de como los comercios ecológicos están echando el cierre por el descenso del número de clientes y el incremento de la factura energética.
De hecho, Francia ha visto como se han cerrado 224 tiendas especializadas en gama ‘bio’ durante 2022, mientras tan sólo se registraron 111 aperturas.
Y es que la facturación de las tiendas ‘bio’ descendió de media un 12 por ciento durante 2022 y muchos empresarios independientes se ven obligados a sacrificar las tiendas con menos ventas.
Estas tiendas son las que suelen estar en el ámbito rural, ya que la demanda se ha limitado sobremanera. También han cerrado aquellas tiendas ubicadas en residenciales donde el grueso de ciudadanos es más joven, y son los primeros que han dejado de frecuentar las tiendas.
La red Accord bio, que cuenta con 195 tiendas independientes y especializadas en ‘bio’ ha anunciado el cierre de 17 puntos de venta, de los que 14 han sido por motivos económicos.
Incluso un grupo como Carrefour se ha visto obligado a transformar sus tiendas Bio c’Bon por una Carrefour City, para mantener un nivel de ventas que soporten los costes mínimos estructurales.
