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Filomena puede asegurar el riego agrícola en muchas cuencas españolas en 2021

Las nieves de la borrasca Filomena pueden asegurar que los agricultores de regadío de las cuencas hidrográficas del Ebro, Duero, Segura, Tajo o Júcar "tengan garantizada el agua" en la campaña 2021, según la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore).

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El presidente de Fenacore ha declarado que Filomena tiene consecuencias positivas para los regantes y da «muchas garantías» a los agricultores de regadío, sobre la posibilidad de tener agua disponible para sus producciones este año.

Ha aludido a las reservas de la cuencas del Ebro, Duero, Segura, Tajo o Júcar, mientras que las del Guadalquivir están en peor situación porque ha llovido menos.

Del Campo ha explicado que en los canales de riego se acumularon bloques de hielo, lo que podría causar problemas pero «se han solucionado» con maquinaria pesada o excavadoras.

Si el deshielo se produce lentamente, por temperaturas bajas, como puede ocurrir con la nieve de montañas como las del Pirineo, se convertirá en agua y se almacenará un volumen que podría equivaler «a un gran embalse» o «muchos embalses acumulados».

Dicha acumulación es especialmente positiva en zonas como la del Segura, normalmente afectada por la sequía, según Fenacore.

Además, la nieve tendrá un efecto positivo en la tierra y facilitará la nascencia de cultivos en muchos suelos, en las cuencas del Ebro, Duero y Segura.

«Esto supone que los agricultores de regadío tengan casi garantizada el agua esta campaña si luego hay una pluviometría normal; de momento pueden respirar tranquilos, porque se podrán defender», ha añadido.

Respecto a la recarga de acuíferos, ha explicado que la borrasca tendrá un efecto positivo, que se notará de aquí a un tiempo, incluso cinco o seis meses.

En la zona del Duero, si los fríos retienen el deshielo «la reserva hídrica se puede multiplicar tres o cuatro veces respecto a un año normal», según Del Campo.

A este respecto, ha añadido que si la nieve se derritiera rápido y lloviera mucho ahora podría haber mucho desperdicio hídrico y solo se aprovecharía el agua de los embalses.

En este sentido, ha insistido en la reivindicación de aumentar las presas y pantanos porque de esta forma «podrá haber sequía meteorológica, pero no hidráulica», ante los efectos negativos del cambio climático.

La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) ha pedido incrementar un 25 % la capacidad de los embalses para «no desperdiciar el agua de nevadas como las causadas por Filomena».