Cada vez más la crisis económica que se abate sobre nuestro país, como consecuencia de la pandemia del coronavirus, recuerda a la crisis padecida en el 2008, en la que ante una drástica reducción de la actividad económica surgieron nuevas fórmulas de actuación empresarial para poder continuar perviviendo en dicha situación desfavorable vulnerando en muchos casos de forma manifiesta la legalidad vigente, aún a costa de destruir el tejido empresarial español, especialmente de los autónomos y las pequeñas empresas.
Desafortunadamente una década después, y en pleno inicio de una crisis económica y de reducción de la actividad, surgen nuevos fenómenos empresariales que fomentan la economía sumergida y la precariedad en el sector del transporte y la logística, pese a que como confirman los datos oficiales facilitados por el Gobierno, una parte significativa de los transportistas legalmente autorizados se encuentran paralizados o con una reducción importante de su actividad, lo que les permitiría atender las nuevas necesidades de transporte que las grandes empresas les demandaran.
Sin embargo, lamentablemente llegan a Fenadismer permanentemente denuncias de nuevas situaciones de ilegalidad y bolsas de fraude en el sector del transporte en nuestro país, que no se circunscriben a pequeñas actuaciones aisladas, sino que en algunos casos se llevan a cabo a gran escala promovidas por destacados grupos empresariales, marcas de “reconocido prestigio” que, amparados por una presunta impunidad campan a sus anchas cometiendo todo tipo de ilegalidades sin pudor alguno, y sin que sus certificaciones de calidad y responsabilidad social corporativas de las que hacen gala parezcan resentirse.
Así, en las últimas semanas, Fenadismer ha tenido conocimiento de las gravísimas y repudiables actuaciones ilegales que está llevando a cabo una empresa española insignia y referente nacional como es El Corte Inglés, como consecuencia del cierre de sus grandes almacenes desde el pasado 14 de marzo por el Decreto del estado de alarma. Como alternativa al cierre físico de sus centros comerciales, dicho grupo empresarial ha venido fomentando la venta a través de internet para facilitar la adquisición de todo tipo de productos a sus clientes. Así figura en su página web www.elcorteingles.es aparece de forma destacada su servicio de ventas on line, denominándolo “Entrega en el día. Gratis a partir de 20 euros. En más de 200.000 productos de no alimentación”.
Sin embargo, según Fenadismer ha podido comprobara el reparto de los productos adquiridos a través de la web de dicho establecimiento comercial no se está realizando con transportistas autorizados, sino con vehículos particulares, lo que supone una vulneración manifiesta de la legalidad vigente en materia de transportes, lo que ha sido puesto en conocimiento de los Servicios de Inspección de Transporte a fin de que se proceda a la paralización inmediata de la actividad de reparto por ilícita y se sancione gravemente a dicho grupo empresarial.
Lo que más sorprende a Fenadismer es qué objetivo persigue El Corte Inglés con llevar a cabo dicha actuación, ni qué beneficio empresarial le reporta propiciar esta economía sumergida, más aún teniendo en cuenta que en la actualidad disfruta, como el resto de empresas españolas afectadas por la crisis del covid-19, de las prestaciones que recibe del Estado por tener a más de 22.000 de los trabajadores de su plantilla en situación de ERTE, ya que en todo caso no sería admisible y absolutamente reprochable es que fueran dichos trabajadores que se encuentran con su relación laboral suspendida y percibiendo su salario del Estado los que además, de forma fraudulenta, hicieran el reparto de las mercancías en sus coches particulares a cambio de un pequeño incentivo económico, mientras miles de transportistas permanecen en sus casas parados por falta de actividad.
Por ello, Fenadismer ha instado a los Servicios de Inspección de Transporte Terrestre a que con carácter inmediato se lleven a cabo las actuaciones que sean necesarias para paralizar dicha actividad ilícita y absolutamente insolidaria en la actual situación económica que vive nuestro país.