Así lo aconseja en un Manual Práctico de Riego de Cerezo que ha editado en base a los resultados de varios proyectos sobre optimización de recursos hídricos en el cultivo de la cereza en el Valle del Jerte, mejoras agronómicas para un cultivo sostenible y estudios de riego en precosecha y poscosecha.
Según los estudios de este centro, el beneficio que aporta esta estrategia es un uso eficiente del agua de riego de forma que se utiliza el agua en momentos de mayor abundancia en esta zona y se hacen aportes reducidos cuando el agua es más escasa.
Siguiendo estas directrices se consigue controlar el crecimiento vegetativo o vigor de los árboles, lo que facilitará las operaciones posteriores en el cultivo, como son los trabajos de poda, mejorando la producción de la campaña actual y la posterior.
En el manual se destaca la importancia del inicio de la campaña de riego, ya que hay que evitar que los árboles padezcan estrés hídrico en la fase de precosecha.
Aunque puede ser muy variable entre años, dependiendo de la lluvia, debe iniciarse, como mínimo, 20 o 30 días antes de la fecha prevista de recolección, según recoge la Junta en una nota de prensa.
La aplicación de riego en la última etapa de crecimiento de la cereza en el árbol, permitirá aumentar el calibre de la cereza y se reducirán los problemas de pedúnculos (rabos) deshidratados.
Debido a la configuración arenosa de los suelos del Valle del Jerte, con baja capacidad de retención de agua, es recomendable realizar riegos frecuentes y homogéneos. El riego localizado por goteo es el más apropiado para estas condiciones.
El manual editado recoge buenas prácticas adaptadas a las condiciones de cultivo del Valle del Jerte y explica cómo se tiene que realizar el cálculo de las necesidades hídricas del cerezo y las herramientas existentes.
También contiene diversos ejemplos de cómo aplicar estos cálculos para programar el riego en las parcelas, en plantaciones jóvenes y adultas, diferenciando variedades tempranas-medias, aquellas que se recolectan en el Jerte en el mes de mayo y variedades tardías cuya recolección tiene lugar los meses de junio y julio.
La aplicación de una estrategia de riego deficitario controlado permite realizar un control efectivo del vigor de los árboles mediante un aporte menor de agua de riego.
El éxito de esta técnica, indica, depende del momento y la duración del riego adecuados para conseguir un estrés hídrico moderado del árbol pero nunca severo. En este sentido, se recomienda una estrategia diferente en precosecha y en postcosecha.
Este manual práctico forma parte de una colección de cuadernos de campo, dentro de la cual ya se han publicado otros similares, dedicados al riego en tomate de industria, ciruelo japonés, olivar de almazara y vid para vinificación.