El proyecto, diseñado para cinco años, se inició en 2013, en una parcela de una hectárea, en una finca cedida en usufructo por el Ayuntamiento de Lorca, gestionada por la Consejería de Agricultura situada en el paraje Las Baenas, en la diputación de Purias. Plantea el cultivo de dos clones (51 y 62) de la variedad Verna, obtenidos por el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida), que son los que actualmente presentan mayor interés.
Es un árbol de gran desarrollo, rústico, casi sin espinas, y que florece varias veces al año, aunque la primera cosecha es la principal, ya que se inicia en marzo y se alarga hasta mayo. Los frutos de esta floración se recolectan a partir de mayo-junio del año siguiente y son los de mejor calidad, de color amarillo claro, de tamaño medio a grande, con corteza algo gruesa y jugosa.
El contenido en zumo es regular, inferior al de la variedad Fino, con buena acidez y pocas semillas. Los frutos pueden permanecer largo tiempo en el árbol, sin perder calidad. Los clones están injertados sobre el patrón Citrus Macrophylla, que actualmente es el más importante para el limonero, al presentar buena afinidad, inducir una precoz entrada en producción y ser muy productivo, dando lugar a un adelanto en su maduración.