Y es que la escasez de hortalizas en los lineales británicos responde, según afirma, a la falta de apoyo del Gobierno para facilitar inputs a los productores locales y compensar el alto índice de precios de los suministros.
Primero fueron Asda y Morrisons, como adelantó este medio, pero posteriormente han entrado en el juego de restringir el número de piezas en tomates, pimientos y pepinos las cadenas Tesco y Aldi.
La falta de disponibilidad de oferta del Sur de Europa y Norte de Africa no ha ayudado nada y la escasez de productos se ha visto agudizada por la imposibilidad de los productores británicos y neerlandeses de plantar bajo invernadero por el alto coste de los suministros y de la energía.