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España será de los países que se recuperará más tarde, según el gran consumo

El sector del gran consumo prevé que España se sitúe entre los países que más tiempo demore en recuperarse de las consecuencias económicas del coronavirus, con una caída del PIB entre 2020 y 2021 que calcula en el entorno del 3 % y la pérdida de unos 700.000 empleos.

«Somos muy dependientes del turismo, de los viajes y el ocio, y esos sectores serán de los últimos en salir de la crisis (…) En términos de paro volveremos a rondar el 17 %, como en 2017», explica en una entrevista con Efeagro el presidente de Aecoc, Javier Campo.

Representante de un sector compuesto por más de 30.000 empresas entre fabricantes y distribuidores -y con un peso en el PIB superior al 20 %-, Campo maneja unas estimaciones para 2020 que empeoran las del FMI, con una caída de la economía del 9 % y una tasa de desempleo a cierre de ejercicio del 21 %.

Sus cifras, no obstante, también apuntan a una mayor mejora para 2021, con un «efecto rebote» que llevará a crecer en torno a un 6 % el próximo año y a crear cerca de 800.000 puestos de trabajo siempre que se cumplan una serie de condiciones.

«Para ese escenario hace falta que no haya ningún rebrote de la COVID-19 en este mes de octubre, que se encuentre una vacuna para el primer trimestre del año que viene y que la pandemia no acabe derivando en un crisis financiera, que pensamos que no va a ocurrir porque hoy el sistema es más sólido que en la anterior crisis», defiende.

En cuanto al consumo interno -una de las variables clave a la hora de conocer la evolución del PIB-, la patronal espera una caída del 25 % sólo en el primer trimestre del año, «por el cierre de las tiendas y la limitación de movimientos», un desplome que confía en que se modere a lo largo del ejercicio para cerrar con una bajada próxima al 3-4 %, afectado también por el mayor número de parados.

Por categorías, desde Aecoc destacan el impacto que ha tenido en hostelería y en el negocio no alimentario, con sus ingresos «casi a cero a excepción de los que mantienen el envío a domicilio», mientras que en alimentación hay crecimientos «del 35 % en marzo y del 15 % en abril» según sus datos.

No obstante, incluso entre las cadenas de supermercados -donde las ventas se han disparado- cree que existe una «caída de resultados» porque el incremento de facturación no compensa la subida de los costes.

«Han tenido que dar primas a los empleados, contratar seguridad privada para controlar los aforos, afrontar problemas logísticos, la abstención laboral ha aumentado al 15 % y además han comprado mascarillas, guantes… Los costes son enormes, tanto que la mayoría de compañías tiene peores resultados que el año pasado», remarca.

Desde el sector del gran consumo reclaman al Gobierno más medidas de apoyo para proteger a las empresas más penalizadas, sobre todo en materia de alquiler, y colocan dos propuestas encima de la mesa: que comerciantes y propietarios compartan el coste al 50 % durante el tiempo que estén cerradas las tiendas o conceder una moratoria al inquilino de tres años para que devuelva ese importe sin intereses.

Además, también piden flexibilizar las condiciones de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para que los afectados vuelvan a trabajar de manera gradual conforme se recupere la actividad.

«Hay que gestionar esto muy bien para que las empresas no desaparezcan masivamente. Sólo en restauración corren el riesgo de cerrar 40.000 establecimientos», subraya Campo.

El presidente de Aecoc demanda, asimismo, que el sector pueda participar «en las conversaciones sobre la desescalada» de las restricciones adoptadas por el coronavirus.

«Es importante que cualquier medida desde el punto de vista sanitario para garantizar que no vuelve a haber contagios se tome cuando haya capacidad física de ponerla en marcha», precisa el dirigente patronal, quien considera esencial que las directrices «tengan en cuenta la realidad».