En la Unión, en 2019, los Estados miembros que produjeron la mayor cantidad de calabazas fueron Francia (con 129.400 toneladas) y España (129.100 toneladas), seguidas de Alemania (86.000 toneladas), Portugal (72.700 toneladas) y Polonia (68.500 toneladas).
Según señala Eurostat, en todo el territorio comunitario (2019) se dedicaron alrededor de 25.000 hectáreas al cultivo de diferentes variedades de calabaza y calabacín y se exportó fuera de la Unión un total de 21.700 toneladas, principalmente a Reino Unido (el 63 %), Suiza (16 %) e Israel (11 %).
De entre los Estados miembros de la UE, según apunta la oficina de estadística en su informe, España fue el mayor exportador a países fuera del territorio comunitario, con un volumen del 36 % de las exportaciones en 2019, seguida de cerca por Portugal (30 %), y por delante de Francia (12 %) y de Grecia (10 %).
Por otra parte, la UE importó un total de 31.100 toneladas de calabaza y calabacín, lo que supone un 81 % más que en el año 2012.
La mayor proporción de estas importaciones tuvo como lugar de origen Sudáfrica (desde donde llegó el 17 %), seguido de Panamá (11 %), Marruecos (10 %), Reino Unido y Argentina (un 9 % en ambos casos), y Brasil (un 8 %).