En él concluye que “existe algo de margen para extender la aplicación de las normas de producción de la UE a los productos importados”, y pone en énfasis en valorar cómo se podría controlar y hacer cumplir la aplicación de estas normas y si es viable.
En el Informe, hecho público el viernes, la Comisión Europea explica las actuaciones que ya se han hecho para mejorar las normas sanitarias y medioambientales y extenderlas a países terceros. Y se explican medidas adoptadas a nivel multilateral, en los acuerdos comerciales y de cooperación bilateral y de forma autónoma.
Explica que “existe algo de margen para extender la aplicación de las normas de producción de la Unión a los productos importados, siempre que se respeten plenamente las normas de la Organización Mundial del Comercio”. No obstante, añade, que antes de aplicar las normas de producción a las importaciones, es fundamental realizar una evaluación caso por caso. En este sentido explica que “si bien es cierto que existe margen político para seguir aplicando los requisitos sanitarios y medioambientales a los métodos de transformación y producción de los productos importados, cada caso debe analizarse de forma individual”.
Por otro lado, la Comisión recomienda poner más el énfasis en analizar la viabilidad técnica, y económica de los mecanismos de control, es decir, de poder comprobar que las producciones de países terceros cumplen con las normas comunitarias. Explica la Comisión que “dado que se están regulando los métodos de producción o transformación en un tercer país, la viabilidad y la proporcionalidad de los medios adecuados para controlar y hacer cumplir su aplicación deben evaluarse en relación con lo costes y beneficios de hacerlo”.
El “Informe de aplicación de las normas de la Unión en materia de salud y medio ambiente a los productos agrícolas y agroalimentarios importados” se publica en un momento en el que los EEMM, entre ellos España, han comenzado a abordar problema que supone que las producciones de terceros países no cumplan los mismos requisitos que las producciones comunitarias.
La presidencia francesa planteó como una de sus prioridades en el actual semestre la aplicación de las cláusulas espejos. En la misma línea, el Comité Mixto de frutas y hortalizas de Francia, Italia, España y Portugal del pasado día 1, acordó defender la aplicación de las cláusulas espejos a las importaciones de países terceros.
Para FEPEX es prioritario el cumplimento de las mismas normas sanitarias y medioambientales por parte de las producciones de países terceros que llegan al mercado de la UE para garantizar la protección fitosanitaria de las producciones comunitarias y una competencia en igualdad de condiciones.