Según ha informado en una nota, la empresa pondrá en marcha «diversas medidas» para desarrollar envases alternativos al plástico y reducir su impacto medioambiental.
Para ello, Eroski ha asegurado que permitirá al consumidor utilizar sus propios envases -como fiambreras o «taperes»- en las secciones de carnicería y pescadería, y que incorporará bolsas de «malla» reutilizables como alternativa a las de plástico para la compra de frutas y verduras.
Este grupo de alimentación, además, mantiene por la lucha contra la contaminación su compromiso de «ecodiseñar» el 100 % de los envases de marca propia con el fin de que sean «completamente reciclables» y se elimine el «sobreenvasado».
El proyecto Citruspack, vigente hasta junio de 2020, está coordinado por el centro tecnológico Aitiip de Zaragoza, que busca a través de esta iniciativa reducir el desperdicio de alimentos con procesos de transformación más «sostenibles».