Los servicios de venta por internet y reparto a domicilio de los supermercados están saturados desde el inicio hace diez días del confinamiento de la población en sus hogares, al ser la opción elegida por muchos consumidores para evitar salir a las calles y hacer colas de cerca de una hora en muchos casos.
Además, las cadenas han dado prioridad para acceder al reparto a domicilio a las personas mayores, por ser el grupo de mayor riesgo ante el coronavirus COVID-19, que cuentan con teléfonos específicos para hacer sus pedidos.
Al igual que Eroski, la segunda mayor empresa vasca de distribución, el guipuzcoano Grupo Uvesco que opera con las marcas Supermercados BM y Super Amara, también ha intensificado esta semana los trabajos para dotar de una mayor capacidad a su servicio de venta por internet.
Las dos empresas han reforzado su capacidad logística, tanto en las plataformas de almacenamiento como en las propias tiendas, y aseguran que el suministro de productos está garantizado, un abastecimiento que también garantiza Mercabilbao, el principal mercado mayorista de alimentos frescos de la zona norte.
Eroski ha destacado la colaboración y el comportamiento «disciplinado» de la ciudadanía en los supermercados, respetando las colas y todas las recomendaciones que se les hacen.
El grupo vasco, con sede en Elorrio (Bizkaia), confía en no tener que cerrar ninguna tienda por el contagio de sus trabajadores y «de hecho los equipos han sido reforzados para poder dar el mejor servicio dadas las circunstancias».