Así lo explicado la consejera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador. La futura ley impulsará "instrumentos de intervención" sobre suelos agrícolas que han sido abandonados, ya que la Generalitat quiere impulsar una "labor de mediación" para poner en contacto a propietarios de este suelo que no quieren dedicarse a la actividad agrícola con personas que sí quieren hacerlo.
La consejera ha precisado que con esta "parte positiva" de mediación se busca "evitar por encima de todo que el suelo de la huerta esté abandonado, porque no tendría sentido hacer una ley de l’Horta y seguir con el abandono y la degradación" de este espacio.
El Ente gestor de L’Horta, que ha sido muy reivindicado y lo desarrollará la Consejería de Medio Ambiente, estará formado por la Generalitat, la Diputación de Valencia, los Ayuntamientos de los municipios de L’Horta, el Tribunal de las Aguas, la Real Acequia de Moncada y una representación de los sectores agrarios.
Entre sus funciones, gestionará los fondos destinados a los agricultores, la creación de marcas de calidad de los productos agrícolas, así como el diseño de redes de comercialización de los productos, la visualización de la huerta y la sensibilización ciudadana.
Salvador ha explicado que la futura norma, que ahora saldrá a exposición pública durante el plazo de un mes, recoge "el espíritu" del dictamen que hace dieciséis años elaboró el Consell Valencià de Cultura (CVC) sobre la conservación de este espacio, que ha estado "seriamente amenazado de desaparecer".
La presión urbanística, según Salvador, ha causado que en los últimos 25 años se haya transformado un 30 por ciento de la huerta en suelo urbano debido a la presión urbanística, y el abandono de las tierras llega al 20 por ciento de la huerta histórica.
La ley busca proteger la huerta, uno de los paisajes agrarios más valiosos y singulares del mundo, como un espacio vivo y dinámico, no como un espacio "museístico o petrificado", según la consejera, que ha resaltado la figura de los agricultores como un elemento central de la huerta valenciana, sin cuyo esfuerzo estaría "seriamente comprometida".
En paralelo a esta ley se aprobará el Plan de Acción Territorial, que ya está en exposición pública y busca añadir 1.600 hectáreas más de protección a las 10.000 actuales de la huerta.
Gracias a estas medidas, no se permitirán nuevas reclasificaciones de suelo que afecten a la infraestructura verde de la huerta; en las nuevas construcciones se dará prioridad a la visibilización de la huerta, y se evitarán usos y actividades que dificulten la actividad agraria.
La consejera ha defendido que se trata de una ley necesaria para preservar la huerta y que contribuirá a diferenciar el área metropolitana de Valencia, que además junto al Plan del Litoral y la planificación supramunicipal diseña el nuevo modelo territorial que debe albergar el nuevo modelo productivo.
