Logística

En la vía marítima el GNL es la única alternativa a los derivados petrolíferos

Eugenia Sillero y Joaquín Mendiluce, secretaria general y presidente de Gasnam, participaron recientemente en la jornada sobre aplicaciones del GNL en el transporte marítimo organizada por el Club Español de la Energía y Sedigas junto a José Poblet, director de Cotenaval y Claudio Rodríguez, director general de Infraestructuras de Enagás.

La secretaria general de Gasnam repasó el importante impacto que el transporte marítimo tiene en el total de las emisiones contaminantes procedentes del transporte: el transporte representa el 14% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), y, de éstas, de acuerdo con el OMI, el transporte marítimo es responsable del 3% de las emisiones globales de CO2; pero le corresponde el 15% de las emisiones globales de óxidos de azufre (SOx) y de entre el 18-30% de las emisiones de óxidos de nitrógenos (NOx). Según la International Energy Agency, estas emisiones no dejarán de crecer si no se toman medidas.

En este sentido, el GNL es la única alternativa a los derivados petrolíferos que permite cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de azufre interpuestos por la OMI (un máximo de 0,5% de azufre en combustible para 2020) sin necesidad de invertir en costosos equipos de tratamiento de gases de escape. Esto se debe a que, en el transporte marítimo, es necesario almacenar una gran cantidad de energía a bordo. Por ello no existen soluciones eléctricas. Por ejemplo, para sustituir 100 litros de diésel sería necesario emplear 3,5 toneladas de baterías de litio, lo que haría imposible la operativa de un buque.

Adicionalmente, la tecnología del gas natural es segura, ampliamente probada y competitiva en costes: permite un ahorro del 30% en relación al MGO (diesel marino).

Además, un informe publicado recientemente por Sea-LNG demuestra que este combustible alternativo proporciona un retorno de la inversión mayor que otras soluciones que permitan cumplir la regulación de la OMI, incluida la instalación de sistemas de limpieza de gases de escape (EGCS) o scrubbers.

Adoptando el GNL como combustible para el transporte marítimo, se eliminaría prácticamente un 100% de las emisiones de SOx, un 85-90% de NOx y un 23% las emisiones de CO2 de los combustibles marítimos convencionales. Además, el gas natural puede ser de origen renovable con un balance de emisiones de CO2 que se aproxima a cero y que incluso podría llegar a ser negativo.