El transporte de productos fríos conlleva una serie de desafíos que pueden comprometer la calidad y seguridad de los productos si no se controlan adecuadamente.
Este tipo de transporte suele ser más costoso que el estándar, debido al uso de vehículos especializados, sistemas de refrigeración, y un mayor control y seguimiento de la mercancía, todo bajo las estricticas regulaciones y normativas vigentes para garantizar el mantenimiento de la cadena de frío.
Ante este escenario logístico, los embalajes isotérmicos son una solución fundamental que aseguran la calidad, seguridad y eficiencia a la hora de transportar productos sensibles a la temperatura, como alimentos perecederos.
Mantener la cadena de frío no es una opción, sino una obligación, ya que el calor puede degradar o dañar este tipo de productos. Esto exige, según explican desde Embalajes Raja, el uso de embalajes que no solamente sean resistentes sino también inteligentes en cuanto a conservación térmica.