Un verano fresco y con temperaturas altas por debajo de lo normal son los motivos por los que la oferta de tomate de Zafarraya no entrará en el mercado español hasta la segunda semana de agosto y con entradas fuertes a finales de agosto.
«Hemos tenido un verano fresco con temperaturas nocturnas por debajo de lo esperado en Zafarraya, y el ritmo de maduración va a un ritmo más lento de lo habitual», señala Miguel García, director de Llano Fresh Trade.
El retraso del inicio de la campaña «no va a ser problemático, atendiendo a los precios que se están manejando en la actualidad, donde las empresas belgas nos están ofertando tomate por debajo de los 70 céntimos«, señala García.
Hay exceso de presencia de tomate en toda Europa, e incluso en España, «zona como Los Palacios y Villafranca en Sevilla, disponen de tomates aún«, recuerda el director de Llano Fresh Trade.
Zafarraya dispondrá sus primeros tomates en la segunda semana de agosto, pero el punto fuerte no llegará hasta finales de agosto. «Vamos a entrar cuando mucha oferta de Europa y España ya haya desaparecido«, señala García.
El ejecutivo no duda en señalar que la generosa pluviometría de varias zonas del sur y centro han ayudado «a la presencia y recuperación de pequeños huertos, que facilitan a una presencia elevada de tomates en la venta productor-consumidor y en los mercados locales y de cercanía», a lo que se une «el incremento de tomate pera para industria de Extremadura, que también se ofrece como tomate para fresco en los mercados domésticos», apunta.
La entrada de dos golpes de calor en la última semana en el Valle del Guadalquivir «va a servir para despejar el mercado de oferta de tomates, y esperemos que cuando entra la oferta de Zafarraya, el precio sea más atractivo que el actual«, concluye García.
Además del aumento de tomate en distintas zonas geográficas españolas, el Llano de Zafarraya también ha visto aumentar la superficie de tomate, porque la pluviometría ha sido generosa -1.000 litros por metro cuadrado durante esta campaña-, y ha animado a que la superficie de tomate se haya incrementado entre un 15-20 por ciento en detrimento de otros cultivos.