«Estamos muy preocupados por la plaga de banano y plátano. Estamos protegiendo nuestras fronteras con los demás países centroamericanos para que no ingrese al país», manifestó a periodistas el ministro de Agricultura y Ganadería, Pablo Anliker.
Anliker aseguró que en el país «no se registra ningún caso asociado a esta plaga».
Recordó que el Ejecutivo, a través del Ministerio, decretó una alerta y ordenó reforzar la vigilancia fitosanitaria para prevenir y contrarrestar la plaga que ya ha afectado a cuatro haciendas bananeras del sector de La Guajira, en Colombia, las cuales se encuentran en situación de cuarentena.
El Gobierno de El Salvador solicitó el incremento de vigilancia fitosanitaria en «plantaciones comerciales» para «detectar signos y síntomas ocasionados por esta plaga de forma oportuna para evitar su dispersión».
Además, pidió a todas las autoridades nacionales pertinentes, como la Policía Nacional Civil (PNC) y la Dirección General de Aduanas, Migración y Extranjería, el apoyo necesario para la implementación de las medidas fitosanitarias.
El Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa) advirtió recientemente de la presencia de la plaga marchitez, causada por el hongo en plátanos y bananos, y pidió a sus Estados miembros -México, países de Centroamérica y República Dominicana- aumentar los controles para prevenir la propagación.
En América Latina, la afectación por la marchitez del banano tendría consecuencias devastadoras tanto económicas como en términos de seguridad alimentaria. En México, Centroamérica y República Dominicana hay cerca de 300.000 hectáreas sembradas de banano y plátano, una de las más grandes del mundo.
La marchitez raza 4 tropical (Foc R4T) es una enfermedad que ha devastado a la industria en varios países de Asia y África, con pérdidas millonarias y fuertes impactos al ambiente y al sector exportador.
Esta enfermedad es originaria de Asia, desde donde se ha extendido a países como Taiwán, Malasia, Indonesia, Filipinas y China.
