Restricciones, falta de disponibilidad, escasez. Son los términos en los que se maneja la cebolla a nivel mundial, y que van a marcar los precios durante la presente temporada.
Son ya dos ejercicios donde la cebolla ha tenido precios altos, aunque la cosecha europea de 2023 vaya a ser mayor que la de 2022, y esto supondrá un alivio para los precios durante 2024.
«Las difíciles condiciones climáticas en gran parte de Europa han limitado los rendimientos y han provocado problemas de calidad, y se estima que la cantidad comercializable será sólo ligeramente mayor que en la temporada 2022-2023 debido a las elevadas pérdidas de clasificación, lo que significa que esta temporada podría volver a terminar prematuramente», expone Farina Lurz, analista de mercado de la consultora AMI.
La temporada no va a ser turbulenta sólo en Europa, sino a nivel mundial. Durante el otoño de 2023 el mercado ha tenido escasez en varios países de Asia Central y del Sur. De hecho, algunos gobiernos prohibieron las exportaciones para primar las necesidades de su población.
Uno de estos países fue la India, aunque esta decisión también afectó a Egipto y Turquía. Un dato a tener en cuenta de la situación de la cebolla para 2024: «Brasil espera mayores necesidades de importación de marzo a mayo de 2024», expone la analista Lurz.
