Tras realizar el balance de la actual campaña de cítricos 2019-2020 -a punto de concluir- la organización agraria ha asegurado se trata de una campaña que se podría calificar como «atípica» y con muchos «altibajos».
El precio medio de la campaña actual ha sido de 0,41 euros el kilo por los 0,23 euros de la pasada, lo que significa un 82 % más, mientras que los ingresos de los citricultores ascienden a 841,22 millones de euros frente a los 701,55 de la campaña anterior, que supone un incremento del 20 %.
Al final la diferencia entre la producción estimada en esta campaña en relación a la producción finalmente comercializada de la anterior es un 17 % inferior, según La Unió.
El buen comportamiento en las cotizaciones no ha sido uniforme en todas las variedades y lo que más ha influido es el momento en el que se hizo el trato de compraventa. La organización agraria ha recordado que «cuando la campaña funciona mal y a la baja se renegocian los precios a la baja a los productores, pero eso no sucede al alza si va bastante bien como en la actual».
En las variedades más tempranas los incrementos de precios sobre la pasada campaña han sido insignificantes y no compensaron la reducción de la producción, por ello los ingresos para los citricultores han resultado más bajos.
Las variedades tardías, sobre todo de naranjas, son las que han obtenido mayores incrementos de ingresos, aunque el productor finalmente no ha podido aprovecharse del todo, puesto que muchos tratos de compraventa se hicieron antes de las subidas de precio.
La crisis sanitaria de la Covid-19 ha conllevado en este final de campaña un aumento del consumo tanto a nivel español como nivel europeo y el cierre de fronteras, junto a las dificultades comerciales en algunos países terceros (fundamentalmente Egipto y Turquía), han beneficiado a las variedades tardías de mandarinas y naranjas, han indicado desde La Unió.
En relación a las variedades con mayor producción en la Comunitat Valenciana, como son las del grupo de Navelinas y Clemenules, consideradas además por el comercio como comodities, aunque es cierto que han tenido incrementos de precio respecto a la pasada, no han sido suficientemente relevantes para compensar la reducción de producción y por tanto los ingresos de los productores en estas dos variedades son inferiores a los de la pasada.
En este tipo de variedades con sobreproducción al productor le interesa producir cuantos más kilos mejor, pues se ha puesto de manifiesto que con unas reducciones de las producciones que pueden llegar al 50 %, las subidas de precios no han resultado lo suficientemente importantes para compensarlas, han indicado las fuentes.