Comerciantes e industriales ultiman los trabajos en los 235 establecimientos con que contará el mercado con la idea de mudarse de los mercados provisionales durante el puente de la segunda Pascua, festivo en Barcelona, y abrir al público el miércoles 23 de mayo.
La fecha de apertura la han decidido conjuntamente el Instituto Municipal de Mercados de Barcelona y las asociaciones de comerciantes de los tres mercados que conviven en Sant Antoni, el de producto fresco (alimentación), Encantes y el Mercado Dominical de libros.
Abrirán también el supermercado y los entornos del mercado, pero no el gimnasio, el primero instalado en un mercado de Barcelona, que no empezará a funcionar hasta otoño.
La superficie total construida del nuevo mercado es de 53.388 metros cuadrados distribuidos en cinco niveles, cuatro de los cuales han sido excavados para poder dotar al mercado de los servicios y comercios demandados.
Durante la visita que hoy ha realizado en el mercado, el concejal de Turismo, Comercio y Mercados, Agustí Colom, ha agradecido a comerciantes que con su trabajo constante y su tenacidad han conseguido mantener el mercado con toda su potencia a lo largo de los 9 años que ha durado la reforma, en la que el ayuntamiento ha invertido 80 millones de euros.
«Sant Antoni siempre han sido tres mercados de ciudad, que tienen su esencia en la capacidad de nutrir el barrio que los rodea y que sirve para abastecer una gran diversidad de productos», ha señalado el concejal que ha asegurado no temer el atractivo que tendrá para los turistas el nuevo mercado porque sabrán «trabajarlo» y ya se han tomado medidas para preventivas.
La presidenta del Mercado del fresco (52 puestos), Maria Masclans, ha destacado que la reforma es «algo histórico» y ha manifestado su deseo de que «el mercado sea un orgullo para la gente que viene y para toda la ciudad».
El presidente de los Encants (105 puestos), Joan Mestre, ha asegurado que Sant Antoni será «un referente y posiblemente el mejor mercado de la ciudad».
Por su parte, el presidente del mercado dominical, Joan Mateu, ha puesto énfasis en que este es «el mercado de libros más grande de Europa» y que quien acuda encontrará en él los que no lo encontrará en ninguna otra parte.
Carme Ribas y Pere Joan Ravetllat, los dos arquitectos que han llevado a cabo la obra, han coincidido en reconocer cierta tristeza porque la obra haya llegado a su fin y el orgullo por el resultado y la buena relación que han mantenido los profesionales que han trabajado en ella.
Ribas ha destacado «la complejidad de la obra y la riqueza de usos y actividades que se harán» y Ravetllat ha puesto de relieve que el de Sant Antoni «no es sólo un mercado, es un lugar que cuenta la historia de Barcelona desde hace 2.000 años», gracias a que la obra ha permitido hacer y poner en valor hallazgos arqueológicos.
